Anfibios y estanques

Si en tu zona hay mucha humedad o agua estancada, los mosquitos pueden llegar a ser un problema.

Lo de usar insecticidas como que no va contigo.

Invitar a unos cuantos sapos y ranas a vivir en tu jardín es una mejor idea.

Y si no hay agua suficiente, siempre puedes poner un estanque para que estén cómodos.

Y te libren de muchas picaduras. 

Ranas, sapos y tritones

Supongo que estos animalitos te suenan.

Los anfibios.

Nos hemos dejado a las salamandras, sí.

Nacen de huevos puestos en charcas, estanques y otras masas de agua limpia.

De ahí salen unos pequeños bichitos cabezones y con cola: los renacuajos.

Aunque la verdad es que los renacuajos de tritón y salamandra tienen patitas y se parecen más al adulto.

 Pasan una temporada bajo el agua, comiendo y creciendo.

Y de pronto un día empiezan a salirle muñoncitos.

Y la cola se acorta.

(O no si es un tritón o una salamandra)

Finalmente los muñones se convierten el patas.

Al tiempo que el resto del cuerpo va cambiando, y  cambian hasta de color.

Ahora son animalitos que saltan, corren y se desplazan por la tierra.

Y cazan y comen insectos pesados.

Pueden respirar aire, pero su particular piel no les permite alejarse mucho del agua.

Así que se quedan cerca de su charca o su estanque o su alberca.

Y cuando toca, vuelven a poner ahí sus huevos.

Ciclo cerrado.

¿Cómo atraer ranas al estanque?

Si quieres atraer a estos fascinantes animales a tu jardín, lo primero es que existan en tu zona.

Poner un estanque no va a hacer magia, claro.

Aunque si encuentras una masa de huevos durante un paseo, siempre puedes llevártelos y dejarlos nacer en tu estanque.

Asegurate de que el agua esté siempre limpia, e idealmente a  la sombra (así estará fresca).

Y muy posiblemente se queden a vivir allí.

Coloca plantas acuáticas en el agua y en el perímetro del estanque.

Así tendrán refugio donde esconderse.

También les ayuda que la vegetación de la zona no esté muy recortada y que existan pequeños refugios potenciales como piedras amontonadas o macetas puestas del revés.

No emplees sustancias químicas en el agua para nada, son muy sensibles y seguramente morirían.

De hecho la presencia de anfibios suele ser un buen indicador de la calidad del agua.

Y recuerda colocar en tu estanque algún modo de acceso escalonado, si no lo tiene ya, puesto que si no saltarán dentro del agua, pero luego no podrán salir por sí mismas.

Una pequeña rampa, o una piedra que sobresalga por encima del nivel del agua, o una rama gruesa harán un buen trabajo.

Ah, finalmente igual no deberías poner peces en tu estanque si quieres que lo ocupen los anfibios.

Más que nada porque los peces suelen comerse los huevos y renacuajos, así que solo hay espacio para unos o para otros. No convivirán armoniosamente.

La naturaleza es así.

¿Qué comen las ranas?

Las ranas, como la mayoría de los anfibios, son principalmente depredadores una vez son adultos.

Se alimentan sobre todo de insectos, especialmente voladores, como moscas y mosquitos.

Pero también comen larvas, lombrices, orugas, babosas, caracoles, saltamontes y otros bichitos que en temporada cálida pueden fácilmente convertirse en una plaga.

Las ranas y sapos entre otros ayudan a que haya un equilibrio en el ecosistema, e impiden una superpoblación de estos bichos, ya que son voraces consumidores de los mismos.

Tenerls en tu huerta o jardín evitará que necesites controlar tú mismo la población de insectos y otros animalitos molestos.

Al tiempo, echar pesticidas matará a los anfibios, por lo que eliminarás insectos temporalmente pero volverán y no tendrán depredadores.

Así que invita a unos cuantos anfibios a que se pongan cómodos en tu jardín y deja que se ocupen del trabajo sucio.